El arte de Montoya
15 marzo 2007Hemos escuchado esta mañana en la radio de Herrera a un tal Montoya, defendiendo su obra pornográfica (insulto a los católicos y a todo lo que representa la Iglesia; y al buen gusto) con el argumento de que lo que ha hecho es arte que no está al alcance de todos. Que no lo ha hecho con afán de ofender, pero sí motivado por la doble moral de la Iglesia (Está claro que este individuo tiene una frustración, un trauma o algo parecido). Obra, por otro lado, subvencionada y prologada por la Junda de Extremadura, o sea, con el dinero de los contribuyentes.
La mayoría de los componentes de la tertulia, además de coincidir en que lo de este petardo no es arte, sino una burla a todos, ha hecho hincapié en el asunto de que hubiera sido subvencionada por los contribuyentes.
Aquí pensamos que lo de la subvención es para cortarle las manos al tío que la ha concedido, pero nada más. Lo que nos parece grave es que el bobo ese argumente que lo que ha hecho es arte al realizar esa payasada y, lo que es peor, que los tertulianos o la mayoría de ellos, se centren en el detalle de la subvencion para basar su crítica, e incluso alguno de ellos diga que lo que ha hecho el «artista» está bien, pues entra dentro de la libertad de expresión.
Pues no, señores, no. Ni libertad de expresión, ni leches. La libertad de expresión no permite poder hacer o decir lo primero que se le ocurra a cualquier bandarra con ansias de protagonismo. Hay una cosa que se llama educación; otra, respeto a los demás y ambas tienen que estar por encima de todo. Porque soltar un flato también puede ser libertad de expresión (y en este caso vale muy bien la comparación) y no por eso la gente va por ahí liberando su arte donde le apetezca (cobre o no cobre por ello).
3 Comentarios a “El arte de Montoya”
Por Hipólito Meister el 15 marzo 2007
Tengo que discrepar. Montoya es un artista de la fotografía. Y un artista reconocido desde hace ya unos cuantos años. Sí estoy de acuerdo en que sus trabajos pueden disgustar a mucha gente; incluso ser repulsivos para algunos, sobre todo para los católicos, pero nadie está obligado a verlos.
Lo que ha pasado con Montoya es que, tanto los políticos oportunistas como la prensa escandalosa, han aprovechado los trabajos de éste para meterse con terceras personas, exponiéndolos -sin duda los menos afortunados para el gusto de la mayoría de las personas- a bombo y platillo. Sin esa publicidad gratuita y a destiempo, Montoya seguiría en su mundo sin importarle a casi nadie.
Por helvética el 16 marzo 2007
A mí no me parece un artista de la fotografía. Creo que es mediocre porque mediocre es su obra y, sobre todo, su imaginación. Por cierto, que según he leido en la edición valenciana de ABC, las fotos porno de Cristo ya se exhibieron en la galería Railowsky, de Valencia, hace cuatro años, con un cartel de advertencia en la puerta. Cuando a un artista hay que ponerle rombos en la puerta de la sala donde expone, malo, malo… Pero que muy malo.
Por Mike Muddy el 20 marzo 2007
Montoya debió pasar una infancia difícil con ese apellido…
Me pregunto si se atrevería a hacer lo mismo con el islam.