Feliz Navidad
24 diciembre 2010“Como te lo cuento”
Por Carolina Azcarla
Es la fecha, sí, pero no por eso, o no solamente por eso, felicito (Navidad, Año Nuevo, Reyes: Pascua al fin) aquí, hoy, a todo aquel que se lo merezca. Y el recurrir al tamiz merecimiento no es por la soberbia de creerme el fiel de la balanza de lo justo o injusto; de lo bueno o malo; de lo correcto o incorrecto ¡allá cada cual con su conciencia!, es por la incondicional postura de mi ser.
Tiempo ha, se colapsaban las estafetas con la miríada de tarjetas y cartas petitorias de felicidad que las gentes se mandaban entre sí, en estos días. Tenía aquello el calor de lo cercano, la ventaja de que, aunque el soporte donde cada uno dejaba escrito los sentimientos que enviaba a la persona escogida estuviera tirado en ciclostil, recibiera el elegido el mensaje escrito de puño y letra de quien se lo enviaba, quedando así reflejado, en cada caso, el estado de ánimo que motivaba el destinatario.
Hoy no es así. Hoy, en la mayoría de los casos, se envía un mail o un sms, con una leyenda fabricada por alguien y que vale para todos. ¡No lo quiero! Me rebelo a esa fábrica. No me manden eso ni para insultarme. Prefiero que me ignoren. No se molesten, no molesten, no despilfarren una pulsación para demostrarme su banalidad. Antes que eso prefiero la indiferencia. La prefiero hasta de ti, sobre todo de ti, a quien yo, por si logro sorprenderte soñando, busco errático por el limbo de mi memoria, para verte y acercarme tus labios a mis pensamientos.