Alfredo Landa: un crack

Precisamente ahora, cuando más falta nos hacen personajes/personas como él, nos ha anunciado su retirada de la escena Alfredo Landa, quizá uno de los más grandes -si no el mayor- actores españoles de nuestra época. Nos ha acompañado en las pantallas de cine, desde aquella primera pelí­cula «El puente de la paz» hasta «Tiovivo c. 1950», durante 46 años y ha sido, por lo menos para los que esto escribimos, el personaje que más se ha entregado en cada papel que ha representado, dando todo lo que llevaba dentro como actor; dándose él enteramente de tal forma que no existí­a dicotomí­a entre actor y personaje.

De entre las 106 pelí­culas que ha interpretado -muchas, esas españoladas que a todos nos han hecho reí­r- no podemos dejar de significar «El puente», ni «Las verdes praderas», ni «El crack», ni la laureada «Los santos inocentes» ni «El bosque animado» -cómo olvidar al bandido Feldetestas, que nos arrebató el alma y aún no nos la ha devuelto-.

Nos ha dicho adiós: «Cuando se pierde la pasión…». No creemos que haya perdido la pasión; es imposible en un personaje que es todo pasión. Pero entendemos que la pasión la dirija ahora a su mujer, a sus hijos, a sus nietos y a sus amigos -nos gustarí­a ser amigos tuyos, tú siempre lo fuiste nuestro- y que quiera retirarse.

Aunque se ha ido, no se ha ido; siempre lo tendremos en las pelí­culas que hizo y, si alguna vez regresa, mejor que mejor. En la butaca de cualquier cine lo estaremos esperando.