Del PP ni Pío
23 febrero 2008No es por piropear, que no nos gusta hablar excesivamente bien de nadie, pero la negociación del PP sobre el asunto de los dos debates electorales Zapatero-Rajoy ha sido un verdadero fiasco. Las condiciones exigidas por los inquilinos de Génova 13 para llegar a un acuerdo con los socialistas se basaban principalmente en pactar el nombre de los moderadores, y en la negativa popular a que RTVE fuera una de las dos cadenas anfitrionas de los duelos. Pues acto fallido en los dos casos. Finalmente, y a reserva de la profesionalidad indudable de los dos periodistas que los van a moderar, no se puede ocultar que tanto Manuel Campo Vidal como Olga Viza presentan un perfil mucho más próximo a Pepiño Blanco, por ejemplo, que a Pío García-Escudero, otro ejemplo (ambos han sido los negociadores del desaguisado).
Aunque a nadie se le oculta que el margen de discrecionalidad de los presentadores de debates como los que se van a celebrar el ya 25 de febrero y el próximo 3 de marzo es mínimo, si lo que buscaban los populares era informadores asépticos (por cierto, ¿existen?) elegir a un asesor del ministro socialista de Industria (es el caso de Campo Vidal) no es precisamente lo más acertado. Primer error de bulto, pues. Pero hay un segundo que no es baladí: que no querían (los populares) RTVE, pues toma tres tazas. La explicación es muy sencilla: una vez que Telecinco y Antena 3 han decidido no emitir los cara a cara, tan sólo tres cadenas generalistas (TVE, La Sexta y La Cuatro) han anunciado que ofrecerán la señal de la Academia de Radio y TV. Ni que decir tiene que la televisión pública, dada su experiencia en coberturas institucionales, será la que se llevará el gato al agua en cuestión de audiencia por lo que, en función de esa prerrogativa, tendrá que sufragar la mayor parte del pastel del millón de euros que costará la retransmisión. Es decir, que pagaremos todos, y todos los que quieran verlo lo harán a través de la Corporación que preside Luis Fernández. Colofón: el PP ha hecho un pan como unas tortas y de él piensan comer todos los peperistas. Claro, que después de ver cómo han abierto boca con el debate Solbes-Sebastián quizá estén ahítos, porque miga, lo que se dice miga, tiene miga la cosa.
¿Es que no queda nadie medianamente listo en el partido?