Santiago Castelo premio «Luca de Tena» 2007

SANTIAGO CASTELO

Llegó, vio y venció. César reencarnado
en vivo migajón de tierra parda,
que arribado a Madrid en él se guarda
y holla de bonhomí­a el empedrado.

Constante narrador de lo soñado,
sementera de crónicas que aguarda
que un céfiro vital consiga que arda
el ascua que atesora su costado.

Epí­gono de próceres y vates,
con afilada prosa de escalpelo
destripa igual a Dios que a mil orates.

Y enarbola sonrisa de pilluelo
al ver en su despacho botarates
en afligida busca de consuelo.

Fiel semblanza de Castelo.
Resumen de una vida que en patena
por comunión le da el «Luca de Tena».

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José Juan Herrero

Fotodocumento

En esta foto de familia, donde posan el alcalde de Madrid y la presidenta de la Comunidad con los trabajadores de las obras de la nueva estación de Metro de Plaza Elítica el dí­a de su inauguración, se puede apreciar, claramente, cómo el 98 por ciento de los obreros de este paí­s no son oriundos de aquí­ y, por contra, cómo el 2 por ciento de los que posan en la fotografí­a de Ángel de Antonio, oriundos de aquí­, no son obreros.

De Prisa, deprisa

Deprisa es como habrí­a que pasar de Prisa y de las declaraciones que su presidente ha hecho en la junta de accionistas de esta macro-multi sociedad anónima. Pero no sólo no lo haremos así­, sino que nos detendremos en ese mensaje profético.

El señor de Polanco, el mismí­simo don Jesús, ha arengado a sus correligionarios con soflamas que debió dejarles con la boca como el que se tragó el cazo.

Este personaje, que ya habí­a nacido cuando la guerra civil (no insinuamos que la provocara él, pues tendrí­a sólo siete añitos cuando estalló), tuvo que pasar por grandes vicisitudes durante su infancia vendiendo libros a domicilio por lo que, seguramente, se verí­a obligado a adscribirse voluntariamente al Frente de Juventudes (según cuenta Rafael Pérez Escolar en sus memorias); organización franquista en plena dictadura, como todo el mundo sabe. ¡Lástima de leche en polvo!

Más adelante funda la Editorial Santillana, con la que vende libros de texto de tal suerte que sus contenidos coincidí­an plenamente con lo que requerí­a la reforma educativa del ministro Villar Palasí­. Es por eso que todos los que nacieron en la década de los sesenta fueron los niños del «baby boom», alimentados en las fuentes del saber franquista que Santillana les proporcionaba.

Pero no conforme con los crasos beneficios que sacaba del régimen de Franco quiso robarle a éste, y a España entera, a uno de sus hijos predilectos. Y puso sus ojos en Juan Luis Cebrián, que era periodista del diario vespertino del Movimiento «Pueblo» e hijo del director del diario «Arriba», órgano de comunicación de la Falange. ¿Hay quién dé más? Un camarada que además fue director de Informativos de RTVE, con Carlos Arias Navarro de presidente del Gobierno, y aún viviendo Franco. Luego, Franco murió y no pudo ver lo que se habí­a forjado bajo su manto protector.

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El click de las mil palabras

Organizadas por el CEU San Pablo han dado comienzo las «X Jornadas de Fotoperiodismo, edición y diseño en Prensa» y, para ilustrar la noticia, el rotativo ABC ofrece la imagen de su editor gráfico, Miguel Berrocal. Una magní­fica foto de Borja de la Lama que compendia los elementos sustantivos para una composición plástica con mensaje periodí­stico.

Se compone la fotografí­a en negro, como una sombra chinesca, del busto -de perfil- del editor del periódico fundido sobre mil palabras que, al ser aquí­ también imagen, no quedan desvalorizadas por la silueta sobrepuesta y la cabecera del diario, el más que centenario ABC, conservador de las esencias de todo lo que representa la prensa bien hecha.

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